LA EXCESIVA ESTABILIDAD LABORAL Y LA CARA DE PENDEJOS

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La palabra “PENDEJO”, refiere a personas tontas, pusilánimes o jóvenes adolescentes.

La palabra “MILLENIALS”, nace de un trabajo escolar, de dudosa validez científica propuesto por los historiadores aficionados de origen norteamericano William Strauss y Neil Howe en los años noventa del siglo XX.

LA EXCESIVA ESTABILIDAD LABORAL Y LA CARA DE PENDEJOS

La serie de foros y conversatorios que tratan sobre el futuro del “trabajo” en el Ecuador, le han dado espacio a un grupo de personajes que han traído al debate argumentos forzados, endebles, carentes de rigor científico o legal y tengo la sensación que creen que los ecuatorianos somos “una manga de pendejos”.

La mayoría de los medios de comunicación se limitan a difundir de forma acrítica que raya en la irresponsabilidad una serie de razonamientos sobre el mundo laboral del siglo XXI y están de “moda” una serie de propuestas traídas de los cabellos, absurdas e irresponsables y pocos son los comunicadores que realizan el análisis crítico, lúcido y frontal de una problemática que afecta de manera directa a las personas, a las familias y que ponen en riesgo a la misma sociedad en su conjunto.

Por esta razón debo resaltar la posición crítica de los periodistas Fabricio Vela y Alexis Moncayo, quienes de manera frontal analizan, confrontan y abren al debate público el problema del trabajo en el Ecuador vs las propuestas “atípicas, postmodernas y naif” de los pseudo-expertos del mundo laboral.

El derecho al trabajo

El artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, indica que “toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”.

Los Millenials

Se refieren la generación nacida en la década del siglo XX en los Estados Unidos, con una familiarización nata con la tecnología, que nacieron en una época de prosperidad económica y que para variar lo adoptaron los jóvenes de los países pobres, sin desarrollo tecnológico, sin recursos económicos y con altos índices de desempleo.

El trabajo el sector público

El gobierno ecuatoriano entre el período 2008 y 2017, que dispuso de una bonanza económica, producto de los altos precios del petróleo en el mercado especulativo mundial, desarrolló una política expansiva del trabajo en el sector público.

Los despidos masivos de los servidores públicos

El gobierno ecuatoriano que asumió sus funciones en el año 2017, aupado y auspiciado por el gobierno precedente del socialismo del siglo XXI, ante la disminución de los recursos y la presión política de los grupos económicamente fuertes, cambió de rumbo ideológico, al modelo propuesto por el FMI y su plan de manejo gubernamental, generando una ola de despidos del sector público.

Ante el problema social, que puede generar un grave problema de descomposición social, está desarrollando una serie de conversatorios sobre el empleo. Esta estrategia de diálogo en principio positiva a abierto el espacio a una serie de expertos que han generado la sensación que “nos están tomando el pelo” por sus propuestas que rayan en la burla por lo ajenas, desatinadas e irrespetuosas.

¿Nuevos conceptos?

Del economista y editor de “Análisis Semanal”, Alberto Acosta Burneo, ¿excesiva estabilidad laboral?, por qué ¿ancla a las personas “de por vida” a un trabajo que no satisface ni permite desarrollar al máximo las capacidades?

O la del Presidente de la Cámara de Industrias y Producción, Pablo Zambrano, quien sostiene ¿que el salario de los millennials es diferente?, porque ellos necesitan de un “salario emocional”.

O aquellos que creen que el nuevo concepto “salario emocional” se refiere a la flexibilidad en el horario, motivación para el crecimiento profesional, nuevos retos y un buen trato.

¡Parece una burla.!

 

A estos personajes que manejan  y “han puesto de moda” conceptos endebles en la discusión laboral los invito a recordar el artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, donde se indica que “toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo”.

El rol del estado es generar empleo y luego se podrá discutir si este asegurará la estabilidad laboral, cubrirá las necesidades básicas, alimentación, vestido, salud, educación, vivienda, que solo pueden ser satisfechas por el trabajo permanente y estable.

Por supuesto los empleadores y los trabajadores deberán discutir y acordar la estabilidad del trabajador o del puesto de trabajo.

Le pido al gobierno nacional, una política de respeto al ciudadano y que ponga en la discusión del TRABAJO como lo que es: un derecho humano y lo haga con profesionales menos postmodernos, noveleros ingenuos y por estas razones irrespetuosos del valor simbólico que tiene el trabajo para la sociedad y lo haga con profesionales más conocedores y serios.

O bajo los nuevos pseudo-conceptos hacer mía la ironía de mi hija:

“Que la tarjeta de crédito y los arrendatarios implementen el cobro de las deudas en abrazos”

 

Jorge Mora Varela.