EL DUELO Y LA PRUDENCIA

Dice el dicho popular “Y dale la burra al trigo”

 

EL DUELO Y LA PRUDENCIA

La frase “Y dale la burra al trigo”, la usa el pueblo para expresar su fastidio cuando alguien repite de manera reiterativa sus opiniones o argumentos, cargados de errores evidentes sin que el involucrado, pueda percatarse de aquello, por lo tanto es incapaz de modificar su conducta errática, imprudente e hiriente y por esto en los corrillos populares se dice que esta persona por su terquedad “no aprende, ni aprenderá jamás”.

He señalado de manera insistente mi preocupación por ciertas declaraciones de algunos líderes políticos que en situaciones de tensión y de potenciales conflictos sociales, maniobran de manera torpe y desacertada los temas sensibles y dolorosos. En este caso el terremoto que afectó a las provincias del litoral ecuatoriano, que enlutó a centenares de familias y causó abundantes perdidas no solo económicas, sino simbólicas y espirituales, que constituyen los soportes fundamentales de las familias y de las comunidades ecuatorianas.

 

Las expresiones imprudentes, han golpeado de manera innecesaria no solo a las víctimas del fenómeno natural, sino también a las personas que han asumido el compromiso de ayudar desde sus posibilidades, con expresiones como: “…aquí nadie me pierde la calma, nadie grita o lo mando detenido sea joven, viejo, o mujer….”, o aquella como: Y que creían??? Que solidaridad es mandar un par de latas de atún al lugar donde van a veranear cada año??? Dejen de ser tan hipócritas!!!....

Entonces es evidente que a algunos ecuatorianos nos falta “inteligencia emocional” porque NO tenemos la capacidad para sentir y controlar nuestros estados emocionales y por ende su efecto en los demás.

Insisto al decir que debemos tomar conciencia de como las emociones afectan los sentimientos de los otros, por ello es vital sobre todo para los líderes políticos adoptar una actitud empática con su entorno de influencia. De los niveles de inteligencia emocional depende el éxito o fracaso de su gestión política y no solo de su autoridad, por más legítima que sea.

El momento nacional es de DUELO, con todas sus consecuencias, por lo tanto requiere sobre todo prudencia, inteligencia, respeto y tolerancia de todos para con todos; gobernantes y gobernados.

 

Jorge Mora Varela