¡YA TENEMOS CARRETERAS!
¡EN EL CARCHI NO ES VERDAD!
Es evidente que el sistema vial del Ecuador está en un proceso de modernización y por supuesto que es saludable para el país tener un sistema de carreteras de acuerdo a las exigencias del siglo XXI.
Sin embargo también es notorio que la renovación del eje vial más importante de la Provincia del Carchi, la carretera Panamericana, que comunica a la República de Colombia con la Provincia de Imbabura, no se compadece con la proclama gubernamental que pregona “YA TENEMOS CARRETERAS”.
En el mes de diciembre del año 2015, el tramo entre las poblaciones de Piquiucho y Bolívar está abandonado, inconcluso y en consecuencia peligroso; ello atenta contra la integridad física de las personas y los vehículos, pues existen tramos inacabados, sin la capa asfáltica, sin cunetas y sin la señalización de seguridad pertinente, a vista y paciencia, diría con una actitud indolente, indiferente y ajena de los miles de usuarios que circulan a diario por ese sector, no obstante del cobro del peaje en el Valle del Juncal y en el sector de Cristóbal Colón.
A parte de que entre la población de Bolívar y la Ciudad de Tulcán no se han iniciado los trabajos en la vía, pues todo está por hacer.
El gobierno con ocho años en el poder, ha cumplido una tarea importante en el país, sin embargo a la luz de los resultados el trato dado a la Provincia del Carchi y sobre todo en materia vial es de segunda clase, es obvio que se la ha postergado de manera injustificable, aparte de los problemas de índole comercial y económica que atraviesa la provincia, pues en una visita a la Provincia del Carchi, el Presidente de la República afirmó: “No podemos hacer milagros, no somos demagogos, no podemos prometer lo que no podemos cumplir,….”.
Dada la situación estratégica de la Provincia del Carchi es fundamental para el desarrollo propio y del país, la pronta y perfecta terminación del proceso de modernización de la carretera Panamericana, por lo tanto es impostergable generar la voluntad política para terminar la obra de ampliación de la vía y en consecuencia asignar los recursos necesarios. No es admisible el estado de abandono de esta obra, así como es incomprensible la actitud pasiva de los ciudadanos carchenses, quienes NO poseen el espíritu del carchense valeroso del 26 de mayo de 1971, que se pone de pies para exigir lo que por derecho les corresponde.
Jorge Mora Varela
