EL ECUADOR Y SUS GOBERNANTES

¡Qué tiempos aquellos!,

cuando existía sólo un tonto en cada pueblo.

 

EL ECUADOR Y SUS GOBERNANTES

 

Es difícil mantener la esperanza cuando entra en tela de duda la inteligencia, la capacidad y la preparación de quienes nos gobiernan, no importa en qué poder del estado estén ubicados.

Parecería que grupos de personas cada vez más grandes, mayoritarias y dominantes, que en este caso nos gobiernan desde el ejecutivo, el legislativo, y las demás “autoridades” de menor rango, leen con dificultad, sin capacidad para entender lo que balbucean, sin profundidad histórica, sin rigor en ningún sentido, sin capacidad de reflexión, ni de hacer análisis, ni síntesis, peor aún, imposible pedirles hacer correlaciones o la simple y fundamental prioridad ciudadana, la de conocer, entender y obedecer la ley.

UN SISTEMA DE TRANSPORTE RACIONAL

Una reflexión referente al sistema de transporte de la ciudad de Quito a propósito del “debate” de los candidatos a la alcaldía realizado el domingo 14 de enero 2023.

UN SISTEMA DE TRANSPORTE RACIONAL

Me encanta la ciudad a la que se puede arribar desde el aeropuerto en un tren, llega el avión a su pista de aterrizaje, luego de los trámites de ley, se recoge el equipaje y en unos cuantos pasos se aborda un tren, dónde se acomoda el equipaje y se toma un asiento y en unos minutos de viaje se llega al ombligo de la ciudad, desde dónde se dispone del metro y las líneas de bus, con lo cual llegar a cualquier parte de la ciudad es natural, sencillo y fácil. Esa ciudad es Roma, la que ha articulado un sistema de transporte coherente y al servicio de las personas, al menos esa fue mi percepción.

Dada la antigüedad de la ciudad y los problemas propios del crecimiento demográfico y de los sinsentidos de la política, llegar a Roma y conocerla o ubicarse en algún lugar es fácil.

EL VOTANTE DEBE EXIGIR...

El votante debe exigir…

Por una relación de cultura general, el CNE difundió una increíble lista en la que se detalla la cantidad de aspirantes a la Prefectura y Viceprefectura (373), Alcaldes (1 544), Concejales Rurales (5 402), Concejales Urbanos (9 774), Concejales por Circunscripción (2 662) y Vocales por juntas parroquiales 42 094. Lo que da un total -como base- de 61 850 propuestas de “cambio”, “desarrollo”, “progreso”, “bienestar…”.

Proyectos que, dicho sea de paso, “solo se ejecutarían” siempre y cuando lleguen al objetivo, caso contrario quedan en “buenas intenciones” y en el “yo sí les dije…”. El problema también radica en que el ciudadano se conforma con el “Qué”. El discurso calentador de oreja se fundamenta únicamente en el “qué voy a hacer” e incluso, en el “qué me vas a dar”, lo cual en temporadas como esta, suena convincente más allá de que sea factible o realizable.

LAS FIESTAS Y LOS BAILES SE CUENTAN SOLOS

LAS FIESTAS Y LOS BAILES SE CUENTAN SOLOS

Las fiestas, esa celebración social por excelencia, tiende a expresarse de manera espontánea, colorida simbólica y ruidosa, sin dejar de lado el jolgorio, la diversión, los afectos y uno que otro acto vergonzante.

Las fiestas espontáneas, no podrían salir mejor que si se la diseñara con un guion preparado desde una mente maquiavélica, esquizofrénica o sarcástica, para dejar en su corta vida expuestas las características humanas que dejan al aire libre el desinhibidor por excelencia: su majestad el licor.

 

Como por arte de magia, se sueltan las amarras y aparece la cohesión social, los abrazos, los besos, las sonrisas y los diálogos amenos, el chiste fácil, las risas, la euforia y uno que otro exceso.

CON FILOSOFÍA CARCHENSE

Con filosofía carchense

La modernidad también debería elevar el quehacer político a un nivel constructivo y de convencimiento que permita, tal como señalaba Platón, “forzar a sus ciudadanos a ser mejores…”. Y claro está, de la mano, con ética, compromiso y gusto por lo que se hace.

Que el “Arte de Servir” salga de la tarima y se convierta en una realidad que fundamente los pilares de vida de un ser humano que busca la simpatía popular; es decir, que la “virtud, verdad y sabiduría” que referenciaba Sócrates, sean el modus vivendi de quienes antes de conocer la política, eran buenos y reconocidos ciudadanos.